Estamos en primavera, y una de las plagas habituales de esta estación es la oruga procesionaria. Aparecen con la llegada del buen tiempo, durante las meses de marzo y abril. Se pueden encontrar sobre todo en parques y zonas donde hay pinos o cedros, tanto en el suelo, en los troncos o en el suelo.
La oruga procesionaria supone un riesgo para la salud tanto de niños, adultos y animales domésticos, pues pueden provocar lesiones en la piel como la dermatitis, urticaria e incluso anafilaxia (reacción alérgica grave). Se caracterizan por estar protegidas por pelos urticantes que son los que provocan dichas reacciones, y por desplazarse en fila, una detrás de otra, de ahí su nombre.
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Dermatitis por contacto.
La dermatitis que causa la oruga procesionaria es la dermatitis por contacto.
Se produce cuando la piel entra en contacto con una sustancia que le provoca una reacción alérgica.
La piel suele presentar rojez, picazón, pequeñas ronchas e irritación. Todo ello acompañado con un dolor intermitente caracterizado por cierto quemazón en la zona donde se ha producido el contacto.
Normalmente la dermatitis por contacto suele desaparecer a las dos o tres semanas si se sigue un tratamiento adecuado.
Prevención y consejos.
- Si posee alguna alergia tener especial cuidado ya que la oruga puede provocar reacciones anafilácticas (reacción alérgica generalizada de rápida instauración).
- Al pasear por zonas donde la oruga procesionaria esté presente, tratar de cubrir brazos y cuello.
- Si ya se ha tenido algún contacto, lavar la zona afectada rápidamente con agua y aplicar frío, pues puede funcionar como antiinflamatorio.
Tratamiento para la dermatitis provocada por la oruga procesionaria.
- Limpiar con la Base Limpiante Normalizadora. No altera la piel.
- Aplicar por las mañanas el tónico Fungi-Activ y Crema Especial k por su poder antiinflamatorio, cicatrizante y regenerador.
Con este tratamiento lograremos bajar la inflamación, reducir el picor y favorecer la renovación epidérmica.